Durante las comisiones de Trabajo y de Presupuesto y Hacienda del Senado, la titular del bloque libertario, Patricia Bullrich, protagonizó una confusión al presidir la sesión: problemas con el micrófono y errores al dar los turnos de palabra que fueron captados y viralizados en redes sociales. En un momento de la jornada, al intentar darle la palabra a un legislador, Bullrich reconoció la dificultad en tono entre molesto y humorístico: “no me sale nunca… me confundo porque fui ministra y diputada pero nunca senadora”.

La equivocación motivó que un seguidor difundiera el episodio en redes, calificando a la jefa de bloque como “totalmente gagá”. La publicación recibió la atención de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien comentó la imagen con un elogio al autor del posteo, sin entrar directamente en la crítica. El intercambio en redes sumó tensión a una jornada ya cargada por el debate sobre la reforma laboral impulsada por el oficialismo.

El proyecto de modernización laboral recibió dictamen en las comisiones gracias a negociaciones de último momento lideradas por Bullrich, aunque su tratamiento en el recinto fue postergado para el 10 de febrero. La postergación, según dirigentes del oficialismo, busca facilitar la participación de más legisladores y permitir la incorporación de propuestas de modificación; la jefa de bloque aseguró que los votos para su aprobación existen y que no hay intenciones ocultas detrás del cambio de fecha.

La confusión en la conducción de la reunión y la repercusión en redes ponen en primer plano la figura de Bullrich como interlocutora dentro del oficialismo: cuando fue confirmada como cabeza de lista y candidata al Senado por La Libertad Avanza, se argumentó que su rol serviría como puente con la presidenta del Senado, distanciada dentro del espacio, en un contexto de internas con el presidente del partido. La jornada dejó además la sensación de que, a pesar del dictamen, el cronograma parlamentario y las negociaciones seguirán marcando el ritmo hasta la sesión plenaria en febrero.

En síntesis, la jornada combinó un episodio de desprolijidad técnica y organizativa por parte de la jefa de bloque con una fuerte repercusión en redes sociales y una negociación política en curso por la reforma laboral: dictamen logrado, debate postergado y promesas de seguir aceptando aportes para alcanzar el mayor respaldo posible en el recinto.