El Banco Mundial aprobó un crédito de US$300 millones destinado a fortalecer la capacidad del Estado argentino en la administración de los subsidios al gas, con el objetivo de proteger a los hogares más vulnerables y promover una mayor sostenibilidad fiscal y ambiental en el sector energético. El financiamiento se incorpora al proyecto “Apoyo a la transición a un sector eléctrico sustentable”, que previamente permitió mejorar el funcionamiento del Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos (RASE) y avanzar en la reclasificación de 1,2 millones de hogares.

El préstamo contempla un plazo de devolución de 32 años, un periodo de gracia de siete años y un margen variable. La iniciativa amplía el alcance de los subsidios para incluir tanto a usuarios conectados a la red de gas como a quienes dependen del gas envasado, con énfasis en las regiones sin acceso a gas por red, donde el gas envasado es la principal fuente para cocinar.

Entre las medidas previstas está la simplificación, armonización y modernización de los esquemas de subsidios al gas, la inclusión de beneficiarios de gas envasado en un registro unificado y la mejora del acceso a programas complementarios. El proyecto busca también el fortalecimiento institucional para optimizar la focalización de los subsidios, de modo que lleguen efectivamente a los hogares de menores ingresos y protejan a quienes destinan gran parte de sus recursos a cubrir costos energéticos.

En conjunto, la operación apunta a mejorar la eficiencia y accesibilidad de los subsidios, reducir distorsiones fiscales y avanzar hacia un sector energético más sostenible ambientalmente, al tiempo que se preserva la protección social de los sectores más vulnerables.