La previa entre Jake Paul y Anthony Joshua en Miami dejó una mezcla de tensión, provocaciones y espectáculo que anticipa un combate convertido en uno de los eventos deportivos más comentados del año. La ceremonia, celebrada antes de la pelea programada para este viernes en el Kaseya Center, tuvo a ambos boxeadores frente a frente con la icónica Eye of the Tiger de fondo; Paul mostró gestos y bromas mientras Joshua mantuvo una actitud más seria, con intercambios de toques en el pecho y el collar que requirieron la intervención de un custodio. Las imágenes posteriores, con ambos sonrientes, subrayaron que parte de la previa forma parte del show que rodea al combate.
El choque, que será transmitido en vivo por Netflix desde las 22.30 (hora de Argentina), se disputará bajo condiciones especiales: límite de peso de 111 kg para Joshua y 95,5 kg para Paul, guantes de 10 onzas, un ring de 6,7 x 6,7 metros y ocho asaltos de tres minutos que serán registrados como pelea profesional. Además del espectáculo, las cifras económicas atraen tanto interés como la propia pelea: se estima que Joshua podría percibir entre 130 y 180 millones de dólares, mientras que Paul afirmó que su ganancia rondaría los 267 millones.
En el plano deportivo, el enfrentamiento enfrenta estilos y trayectorias dispares. Anthony Joshua, medallista de oro en Londres 2012 y ex campeón mundial de los pesos pesados, llega con un registro de 28 victorias y 25 nocauts, pero también con derrotas relevantes en su carrera frente a figuras como Andy Ruiz y Oleksandr Usyk. Jake Paul, por su parte, se consolidó como figura mediática y boxeador profesional con un recorrido polémico que reaviva el debate sobre la fusión entre deporte y espectáculo.
La diferencia física entre ambos —casi 15 centímetros— añade un componente táctico al combate: el mundo del boxeo observará si la estrategia y el estilo de Paul pueden contrarrestar la mayor experiencia y físico de Joshua. Más allá del resultado, el duelo promete marcar un nuevo capítulo en la tendencia de eventos que combinan entretenimiento, redes sociales y grandes contratos económicos.
Con la previa entre bromas, empujones y miradas intensas, la puesta en escena confirmó que el espectáculo será tan protagonista como la propia pelea. El choque en el Kaseya Center, con reglas atípicas y premios millonarios, no solo define carreras individuales sino también cómo el boxeo contemporáneo articula deporte y negocio en la era mediática.






